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De Elvas a Roma

INTRODUCCIÓN

El concierto “De Elvas a Roma” (El Cancionero de Elvas, el Cancionero Musical de Palacio y el segundo libro de tonos y villancicos de Juan de Arañés), para soprano y cuerda pulsada (vihuela y guitarra barroca) pretende transportar al oyente en un viaje sensorial a dos epocas de la historia de la música española, el Renacimiento y el Barroco. Dos épocas de gran riqueza artística y reconocimiento de un estilo propio.

En una hora aproximadamente, “De Elvas de Roma” muestra claramente la música de la península iberica durante estos dos periodos. De un lado el “Cancionero de Elvas” y el “Cancionero Musical de Palacio”, el primero encontrado en la ciudad fronteriza entre España y Portugal, el segundo uno de los manuscritos más valiosos del renacimiento español con canciones de amor cortés ejecutadas con el instrumento más excelso de la época, la vihuela. Por otro lado y como muestra de música más castiza una recopilación de obras del maestro Juan Arañés que trabajó junto al embajador de España en Roma y utilizó la música como estandarte de su cultura.


El Cancionero de Elvas

En la Península Ibérica somos tremendamente afortunados en cuanto a lo que la recopilación de canciones renacentistas se refiere. Dicho de otro modo, en España y Portugal hemos conservado una notable cantidad de cancioneros –así se llaman estas recopilaciones musicales, en su origen únicamente de textos–, de los que resalta no solo la ingente cantidad de obras que contienen, sino su elevada calidad en un porcentaje más que considerable.

De entre los cancioneros hispánicos, son bien conocidos los de Palacio, la Colombina, Medinaceli o Uppsala, por citar algunos. Pero Portugal, que nunca ha sido un hermano menor en comparación con España, tampoco le va a la zaga, merced a sus cuatro grandes cancioneros renacentistas: Elvas, Belém, Lisboa y Paris.

De los cuatro, quizá el Cancioneiro de Elvas es el que ha encontrado un mayor predicamento entre los intérpretes. Fue gracias al musicólogo Manuel Joaquim que hoy día es posible disfrutar de esta colección, que se encontraba albergada en la Biblioteca Municipal Publia Hortensia de Elvas, hasta que fue descubierta por él en 1928. No se conoce su datación exacta, aunque por una serie de datos –como el uso de filigranas muy comunes en la Italia de 1570 o por contener un poema de Dom Manuel de Portugal datado en 1555– se ha establecido su cronología en torno a las décadas de 1560 y 1570. El manuscrito contiene una selección de 65 obras musicales –un número considerable, aunque más bajo de lo habitual, dado que se han perdido algunos de sus folios–, todas ellas de carácter profano y sobre textos portugueses y españoles, la mayor parte en el género de la canción y el villancico; una segunda sección conserva, además, 36 poemas sin música. Las composiciones son polifónicas, a tres partes y todas ellas anónimas, aunque gracias al estudio posterior y las diversas concordancias encontradas en cancioneros como Palacio, Belém, Lisboa, Segovia, Colombina, Barcelona o Paris ha sido posible la atribución a algunos autores como Juan del Enzina (1468-1529), Pedro de Escobar o Pedro de Pastrana.

Mario Guada


El Cancionero musical de Palacio

Es un valioso manuscrito español que contiene música del Renacimiento, obras recopiladas durante un periodo de unos cuarenta años, desde el último tercio del siglo XV hasta principios del XVI, tiempo que coincide aproximadamente con el reinado de los Reyes Católicos.

El manuscrito recopila un buen número de piezas, la mayor parte de ellas en castellano, aunque también contiene unas cuantas en otras lenguas, constituyendo una magnífica antología de la música polifónica de aquel periodo.

Gran parte de las obras que aparecen son anónimas, aunque encontramos gran presencia de piezas de Juan del Encina, Francisco de Peñalosa y de muchos otros. Las obras tratan una gran variedad de temas: amorosos, religiosos, festivos, caballerescos, satíricos, pastoriles, burlescos, políticos, históricos, etc. El cancionero recoge desde composiciones sencillas de carácter popular hasta obras bastante elaboradas. La forma musical más importante es el villancico, aunque también están presentes otros géneros como el romance y la canción.

La mayoría de las obras son para canto a una voz con acompañamiento instrumental, aunque también encontramos obras polifónicas a dos, tres y cuatro voces.

Cuando en 1870, en la Biblioteca del Palacio Real de Madrid y desde lo alto de una escalera de mano, un amigo le mostró a Francisco Asenjo Barbieri el códice que contenía las viejas partituras del cancionero de la Capilla Real, estaba ofreciendo mucho más que un códice.

Estaba desvelando un mundo de sensibilidad cuya ausencia afrentaba a la cultura de un país, y así lo entendió el propio Barbieri. Al cabo de veinte años lo editó con el título “Cancionero Musical de los siglos XV y XVI”. El “Cancionero musical de Palacio” o “de Barbieri”, que de las dos formas se le llama, ha sido, desde su aparición, un manantial de exquisita belleza histórica y musical.


Tonos y Villancicos de Juan de Arañés

El compositor Juan Arañés (1580 – 1649) ha sido transmitido por la historiografía como un autor de especial relevancia y significación dentro del contexto panhispánico. Aunque Arañés es mundialmente conocido por la famosa pieza “Un sarao de la chacona”, que ha sido grabada e interpretada un sifín de veces, el resto de su repertorio es desconocido para la mayoria de los intérpretes de música antigua.

El concierto pretende recupera el sonido del “LIBRO SEGVNDO DE TONOS Y VILLANCICOS” del maestro Juan Arañés. Una colección de composiciones musicales, que reúne doce obras en total. Recoge un tipo de obras muy enraizadas con la tradición musical hispánica para ser cantadas, todas ellas de carácter profano, que se encontraban a menudo presentes en los entreactos de algunas obras teatrales. Estas piezas vocales son generalmente cortas y sencillas, enlazan con la herencia más lejana del villancico español, todavía no religioso y con la técnica compositiva de los “tonos”. Algunas tienen un color y una estructura evidentemente extraídos de la música popular, escritas sobre esquemas de danzas muy básicos.

Este libro fue impreso en Italia cuando Juan Arañés estaba trabajando para la embajada en Roma de Ruy Gómez de Silva, el tercer Duque de Pastrana, hacia 1624. Aunque encontramos piezas con textos muy sencillos, otras canciones nos sorprenden con poemas más elaborados como “Dulce desdén, si el daño me haces…”, soneto de Lope de Vega. Así mismo el libro refleja la música que estaba de moda en Roma en esta época. Aunque la música tiene claramente un caracter español, el compositor pide que la guitarra sea tocada a la manera romana “a la usanza romana” de la época, es decir, con un toque popular italiano. Se entremaezclan aquí dos potencias musicales que comparten una pasión por la belleza, la cultura y la música. Francisco J. Cerveró – Sebastián León


Programa

Cancionero de Elvas (copiado entre las décadas de 1560 y 1570)
De vos y de mi quexoso • Anónimo
De vos, e de mim naceo • Anónimo
Porque me nâo ves loâna • Anónimo
Bendito sea aquel día • Anónimo
Lo que queda es lo seguro • Anónimo

Cancionero Musical de Palacio (copiado entre 1505 y 1520)
Mas vale trocar • Juan del Encina
Si habrá en este baldrés • Juan del Encina
La canción del emperador • Luis de Narvaez
Ay triste que vengo • Juan del Encina
Por unos puertos arriba • Anónimo
Que me queréis caballero • Anónimo
Diferencias sobre Guárdame las vacas • Luis de Narvaez
¿Qué es de ti, desconsolado? • Juan del Encina

Juan Arañés Sallén (*1580c; †1649c)
Libro segundo de tonos y villancicos con la cifra de la guitarra española a la usanza romana

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